domingo, 20 de mayo de 2007

RÉGIMEN DE MENGISTU


En febrero de 1974 los estudiantes, trabajadores y soldados comenzaron una serie de huelgas y manifestaciones que culminaron el 12 de septiembre de 1974 al derrocar a Hailé Selassié tras un golpe militar. Se creó un grupo para dirigir el país, denominado Consejo Administrativo Provisional Militar, o Dergue. A finales de 1974 se anunció el establecimiento de una economía socialista controlada por el Estado. A comienzos de 1975 se nacionalizó la tierra cultivable, y una gran parte de ella fue parcelada en pequeños lotes para entregarla a propietarios individuales. En marzo de 1975 se abolió la monarquía, y Etiopía pasó a ser una República.

Durante 1976-1977 el teniente coronel Hailé Mariam Mengistu se mostró como la principal figura política del país; su posición se consolidó a comienzos de 1977 cuando varios de sus rivales potenciales murieron durante una lucha de poder entre dirigentes del Dergue. Los estudiantes, algunas facciones políticas, y dos movimientos secesionistas en la región de Ogadén (en el suroeste de Etiopía), y en Eritrea, continuaron oponiéndose fuertemente al régimen de Mengistu. El largo conflicto se intensificó a mediados de 1977 y los secesionistas pronto tomaron el poder de la mayor parte de Ogadén con el destacado apoyo de Somalia. Con posterioridad, el gobierno etíope recibió ayuda militar a gran escala, incluyendo tropas de Cuba y consejeros militares de la URSS, lo que le permitió algunas victorias ante los rebeldes, pero la resistencia a su autoridad continuaba. En septiembre de 1984, Etiopía pasó a ser un Estado marxista-leninista, con Mengistu como secretario general del nuevo Partido de los Trabajadores. Con la nueva Constitución que establecía un gobierno civil, el país cambió su nombre por el de República Democrática Popular de Etiopía en 1987; la legislatura nacional eligió a Mengistu como presidente.

Mientras tanto, un programa gubernamental para reducir la pobreza y aumentar el crecimiento económico se vio paralizado por una hambruna y una sequía recurrentes. Los impopulares programas gubernamentales de realojo y urbanización, en sí mismos una respuesta a la sequía e inseguridad, empeoraron las cosas. La prolongada guerra civil impidió durante toda la década de 1980 los esfuerzos mundiales de proporcionar alimentos y ayuda médica al país, con ambos bandos obteniendo capital político de los suministros de ayuda.

Con el inicio de la década de 1990 comenzó el colapso del bloque soviético y una drástica restricción de su ayuda que volvió vulnerable al gobierno de Mengistu. Dos movimientos rebeldes aliados, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (FDRPE), el reestructurado y renombrado Frente de Liberación del Pueblo de Tigré (FLPT), junto a los separatistas del Frente de Liberación del Pueblo de Eritrea (FLPE), obtuvieron el control de las provincias del norte en 1990. En mayo de 1991, Mengistu escapó a Zimbabue. Tras la mediación de los Estados Unidos en las conversaciones de paz, el FDRPE entró en Addis Abeba sin oposición y constituyó un gobierno nacional interino. Bajo la presidencia de Meles Zenawi, el nuevo gobierno se encontró con el ingente trabajo de reconstruir la nación. Surgieron tensiones étnicas, especialmente entre los tigreanos y los oromo, que dejaron sin validez con las elecciones locales de 1992. Se celebraron elecciones multipartidistas para una nueva asamblea nacional en 1995.

Mientras tanto, el FLPE estableció un gobierno provisional en Eritrea. Después de que en 1993 los votantes aprobaran la secesión, Eritrea declaró su independencia, que fue reconocida por Etiopía.

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